Acuario

9.27.2010

QUIJADAS DE AMOR


GRACIAS..POR..EXISTIR

QUIJADAS DE AMOR"En todos sus días su padre nunca lo había reprendido..."

1 Reyes 1:6Cuando era niño, en casa teníamos toda clase imaginable de mascotas,desde pececillos de colores hasta conejillos de Indias, gatos yperros; nuestra casa contenía los panoramas, los sonidos y losolores del reino animal.Una imagen que recuerdo vívidamente es de una mamá gata y susgatitos.

Cuando una de sus juguetonas crías se alejaba demasiado,ella suavemente recogía con los dientes a la bolita de peloextraviada y la llevaba de nuevo rápidamente junto a sus hermanos.Sus quijadas de amor impedían que el gatito se convirtiera enjuguete para el perro.

A veces, esa retirada a dientes enojaba omolestaba al gatito, el cual maullaba su obvio desagrado.

Pero la mamá gata seguía llevando a casa a sus gatitos de patas débileshasta que fueran lo suficientemente mayores como para cuidarse solos.El cuidado vigilante que aquella gata daba a sus pequeños es similara la disciplina que los padres deben dar a sus hijos.

Cuando somos jóvenes, necesitamos esa protección que nos ayude a ser adultosresponsables. Sin ella, nunca desarrollaríamos el dominio propio.

Aparentemente eso fue lo que salió mal con Adonías, el hijo del reyDavid.

En 1 Reyes 1:6 leemos: "En todos sus días su padre nunca lohabía reprendido diciéndole: "¿Por qué haces esto?..."Parece que David descuidó su responsabilidad paterna de disciplinara su hijo.

No lo hacía rendir cuentas. Como resultado de elloAdonías perdió el control. Hasta trató de ocupar el puesto del rey,aunque ya se le había prometido esa posición a su hermano Salomón.

Su vida era un desastre porque su crianza no había sido la mejor.Si tus padres te han amado lo suficiente como para decir "No" ydisciplinarte, tal vez es hora de darles las gracias... y gracias aDios porque te dio esos padres. Sus "quijadas de amor" eran justo lo que necesitabas para que llegaras al lugar donde estás.

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