GRACIAS..POR..EXISTIR
Los Nietos
Gran bendicion del Señor son esos hijos pequeños,
los hijos de nuestros hijos, esos que llamamos... ¡¡¡NIETOS!!!
Caritas tristes o alegres, sonrisas, juegos, pucheros,
carreras y algarabias, pasos torpes..., balbuceos.
Cuando vienen de visita, es gran acontecimiento.
SORPRESA!, Dice.. "papa"; o quiza algun diente nuevo...
Recuerdos en mil detalles, formas de andar, sentimientos,
lo que sus padres hacian, en ellos vuelvo yo a verlos.
Mira, te traje una flor... ...yo un dibujo del colegio,
y entre una y mil explicaciones. me van llenando de besos.
Atropellan las palabras, queriendo todo a un tiempo.
Hazme un avion de papel, abuela, cuentame un cuento.
El tiempo pasa de prisa como todo lo que es grato
y la respuesta inflexible al: "dejame quedar un rato..."
mejor te dejo otro dia..." "tengo prisa..."
vamos lejos..." o... "ya es hora de dormir".
Y con la mano en el aire, con bendiciones del cielo,
el corazon se me encoge al decirles, ¡hasta luego!
El cerebro me repite:
no son tuyos, son ajenos.
Pero mas fuerte que todo alla en el fondo del pecho,
se oye el eco de unas voces, que me llenan de contento,
es el corazon que dice,
que no es verdad! ¡que no es cierto!
que los hijos de los hijos, esos que llamamos NIETOS,
son sangre de nuestra sangre y por lo tanto, hijos nuestros!
Gran bendicion del Señor son esos hijos pequeños,
los hijos de nuestros hijos, esos que llamamos... ¡¡¡NIETOS!!!
Caritas tristes o alegres, sonrisas, juegos, pucheros,
carreras y algarabias, pasos torpes..., balbuceos.
Cuando vienen de visita, es gran acontecimiento.
SORPRESA!, Dice.. "papa"; o quiza algun diente nuevo...
Recuerdos en mil detalles, formas de andar, sentimientos,
lo que sus padres hacian, en ellos vuelvo yo a verlos.
Mira, te traje una flor... ...yo un dibujo del colegio,
y entre una y mil explicaciones. me van llenando de besos.
Atropellan las palabras, queriendo todo a un tiempo.
Hazme un avion de papel, abuela, cuentame un cuento.
El tiempo pasa de prisa como todo lo que es grato
y la respuesta inflexible al: "dejame quedar un rato..."
mejor te dejo otro dia..." "tengo prisa..."
vamos lejos..." o... "ya es hora de dormir".
Y con la mano en el aire, con bendiciones del cielo,
el corazon se me encoge al decirles, ¡hasta luego!
El cerebro me repite:
no son tuyos, son ajenos.
Pero mas fuerte que todo alla en el fondo del pecho,
se oye el eco de unas voces, que me llenan de contento,
es el corazon que dice,
que no es verdad! ¡que no es cierto!
que los hijos de los hijos, esos que llamamos NIETOS,
son sangre de nuestra sangre y por lo tanto, hijos nuestros!
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