ALGÚN DÍA...
Algún día, cuando mis hijos sean suficientemente grandes paraentender la lógica que motiva a las madres, les diré:
Te amé lo suficiente como para preguntarte a dónde ibas, con quién,y a qué hora regresarías a la casa.
Te amé lo suficiente como para insistir en que ahorraras dinero paracomprarte una bicicleta aunque nosotros tus padres pudiéramoscomprarte una.
Te amé lo suficiente como para callarme y dejarte descubrir que tunuevo y mejor amigo era un patán.
Te amé lo suficiente como para fastidiarte y estar encima de tí,durante dos horas, mientras arreglabas tu cuarto, un trabajo que mehubiese tomado a mí sólo 15 minutos.
Te amé lo suficiente, como para dejarte ver mi ira, desilusión ylágrimas en mis ojos. Los hijos también deben entender que no somosperfectas.
Te amé lo suficiente como para dejar que asumieras laresponsabilidad de tus acciones, aunque los castigoseran tan duros que rompían mi corazón.
Pero sobre todo, te amé lo suficiente, como para decirte que "NO"cuando sabía que me ibas a odiar por ello.
Esas fueron las batallas más difíciles para mí.Pero estoy contentapor haberlas ganado porque, al final, también las ganaste tú. Yalgún día, cuando tus hijos sean suficientemente grandes paraentender la lógica que motiva a los padres, tu les dirás:
"Te amé lo suficiente... como para hacer todo lo que hice por tí".
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